Le Christ ne nous invite-Il pas à marcher à Sa suite

Nos invita Cristo a caminar tras Él
¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?»
Juan el Bautista pregunta; tiene una visión del Mesías esperado
y Jesús, que viene, habla, actúa, mira… es distinto de lo que él esperaba,
aunque su espera estuviera fundada en textos proféticos del Antiguo Testamento.
Jesús no responde directamente a su pregunta, sino que dice:
«Id y anunciad a Juan lo que oís y veis».
¿Y nosotros? ¿Y yo?
¿No nos invita Cristo a caminar tras Él, a cuestionar,
a dialogar con las Escrituras, con los demás, al intercambio, a la reflexión…
a escuchar también lo que Él tiene que decirnos,
a aprender a descubrir Su Presencia
en el corazón de los acontecimientos, en nuestras vidas,
en el encuentro con los otros,
en todo gesto de solidaridad, de fraternidad, de humanidad
en nuestro mundo, a menudo violento, difícil, incomprensible, desconcertante,
marcado por la pérdida de sentido…?
A descubrir a Aquel que está ahí, presente;
Aquel que viene, que viene cada día,
que se entrega en cada instante.
Cristo nos dice:
«Lo que hacéis a uno de estos mis hermanos más pequeños,
a mí me lo hacéis».
Cada vez que tu mirada, tus gestos, tu palabra, tus acciones, tus actitudes,
tu vida, están totalmente entregadas a los demás y vividas en el Amor y por Amor;
cada vez que lo recibes de los otros, cada vez que os ayudáis a crecer
en humanidad y en fraternidad, en libertad y en verdad,
en la paz y en la alegría… entonces Yo soy el que viene.
No me busquéis en otro lugar.